martes, 26 de junio de 2018

Solo, ¿por que?,




Estas líneas son un recordatorio para un amigo de la infancia, que por avatares del destino, cuando teníamos diecisiete años nuestras vidas tomaron caminos distintos y nunca nos hemos vuelto a ver.


SOLO, ¿POR QUÈ?


Hola Alberto:
El motivo de estas líneas, no es otro que al volver  a nuestra ciudad natal, después de treinta y cinco años y sin saber nada de ti, no puedo acabar de creerme los rumores y noticias que de ti me dieron. Me dijeron que te habías vuelto una persona solitaria y de carácter  huraño e insociable, que distinto de aquel muchacho que yo conocí.
 Recuerdo que de niños eras gran compañero, bondadoso y muy sociable. Cuando venias a buscarme para ir al cine con el dinero de tu hucha para los dos porque yo no tenía, o repartías tu bocadillo conmigo para merendar, también cuando me llevabas a tu casa a jugar en el despacho de tu padre, donde te hiciste la cicatriz en la mejilla derecha a causa del golpe que te diste contra el pico de la mesa y la última vez que te vi, teníamos diecisiete años por la fiestas de la ciudad, después de gastarnos casi todo el dinero ya no teníamos para cenar, me pediste el dinero que me quedaba y lo poco que tu tenías, lo contaste y me dijiste espera, volviste con un coco. Nos sentamos en la acera, contra el bordillo le partimos y allí mismo le comimos.
Entre lo mucho que me dijeron, sé que tuviste problemas con tus padres, te fuiste de casa, a Francia concretamente, no se los problemas o en que situaciones te encontraste en ese país para alistarte a la Legión Extranjera cinco años. Después recorriste medio Europa donde te encontraste con personas de nuestra ciudad, que son los que dicen del cambio de tu carácter y personalidad.
Ahora cuando pienso que será en este momento de tu vida en soledad, sin amigos, ni pareja estable, el por qué no has vuelto por la ciudad, creo que esa soledad en la que vives te ha quitado tus ilusiones, tus sueños y la esperanza de ser feliz.
Espero que algún día, estas líneas lleguen a tu poder,  puedas leerlas y comprendas  que tú siempre has estado, estas y estarás en mi pensamiento y te hagan recordar  lo feliz que fuiste en tu niñez y juventud, para qué puedas darte cuenta de que nunca has estado solo.


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